La mejor elección sin duda, desde el hotel con el encanto de una casa del siglo XVII (por ello que no haya ascensor), muy limpio, el desayuno realmente bueno y por supuesto su personal más que amable y atento. Dejamos el hotel a las 4 a.m y preguntamos si podrían facilitarnos un desayuno para llevar.. y no pudo ser mejor!!: sándwiches, yogur, bollito, botella de agua... GRACIAS!!!. Además se encuentra a 10 min andando de la estación de tren/bus y a 10 min. andando del centro. Si regreso, repetiré!!