En recepción fueron muy amables, aunque la entrada es a las 13:30, nos permitieron usar la habitación desde las 12, que fue la hora a la que llegamos y unos días antes recibí un correo con las indicaciones para llegar al hotel y al aparcamiento. Aunque el hotel es pequeño, nuestra habitación era bastante grande y daba al patio interior con plantas. La localización, si llegas en tren, como fue nuestro caso, es estupenda, a 15 minutos andando tranquilamente a RENFE o a la Mezquita. Sin embargo, por la noche nos dimos cuenta que el aire acondicionado no funcionaba, una de las sábanas tenía una mancha y además la cama hacía ruido (la de la habitación de al lado también). En fin, son detalles a mejorar.