Aunque llegamos al hotel después de media noche por retraso en el vuelo, recibimos buena atención de parte del recepcionista. Los servicios de la habitación, como las amenidades (samphoo, jabón, etc) fueron suficientes, el WiFi con una velocidad excelente, el desayuno muy completo (huevo, salchichas, embutidos, jugos, pan dulce y salado, yogurth, muselina, fruta). El único "pero" es la distancia a la que está de la estación del metro más cercana (cinco calles) y de las principales atracciones de la ciudad. Siendo verano y con altas temperaturas, lo anterior puede resultar cansado, sobre todo si vas con maletas. En general, el hotel me gustó, está ubicado en un barrio muy tranquilo.