Lo mejor es la ubicación. Cerca de las estaciones de tren King Cross y St Pancras. Desde ahí puedes llegar en tren al aeropuerto o para agarrar el Eurostar. También pasan muchas líneas de autobús y claro, el metro.
El servicio es muy bueno. La señora italiana de recepción trata de ayudar si tienes algún detalle.
El desayuno es básico y repetitivo. Aún así, se agradece.
Los cuartos son pequeños, pero bueno, así son en Londres central.
Volvería a quedarme probablemente, pero reservando directamente desde su página puesto que es mas económico; además deque la supuesta garantía de precios que ofrece Hoteles, buscan como no devolverla.
Wi-Fi casi no llega a las habitaciones.