El hotel es bonito por dentro, así como sus habitaciones. Bastante cómodas y limpias. La pega es el ruido constante que hay en la calle, así como el ruido que se escucha por la mañana por parte del servicio del hotel.
Hay ruido en la calle hasta altas horas de la madrugada. Gente gritando y cantando, incluso los domingos y lunes. Por si fuera poco, después de no poder descansar por el ruido de la calle, por la mañana escuchas el ruido de los aparatos de limpieza del hotel y cómo hablan por los walkie talkies con el volumen a tope, retumbando por los pasillos del hotel. No se puede descansar del todo bien.