Llegamos y la chica nos dio la llave de la habitación, la primera impresión fueron las escaleras y sus olores. Olía todo a meado y la moqueta del suelo estaba super sucia. Llegamos al pasillo done estaba nuestra habitación y vimos el lavabo compartido... madre mía, ni para defecar hubiera entrado ahí. Esta lejos de todo en Londres y mala conexión con el transporte público. En resumen, parecía un motel de autovía, viejo, sucio y asqueroso. Nosotros nos cambiamos de hotel 20min después de entrar en la habitación, llamamos a un uber y adiós.