Es un hotel muy cómodo y excelentemente ubicado al lado de la estación de tren de Haymarket con paradas de autobús y tranvía a muy pocos metros. El trato por parte del personal es excelente. Las habitaciones muy muy amplias. Ofrecen, incluso, suites o apartamentos en edificios contiguos. Son suites muy amplias, con un salón-comedor con cama supletoria y una habitación también muy grande y cómoda. Toda esta comodidad contrasta con el cuarto de baño, pequeño, descuidado, obsoleto, nada funcional y poco limpio. Es una pena que en un apartamento tan grande, antiguo y señorial no tengan un baño más adecuado y actualizado. Así mismo, la decoración es bastante pobre para un edificio de este tipo con chimeneas, techos altos y magníficos ventanales. Supongo que mejorarán con el tiempo.