Al llegar nos dieron una habitación sumamente pequeña, que no tenía nada que ver con lo observado en la página. Era tan chica dicha habitación que no entrabamos 2 personas y 2 valijas parados, la puerta de ingreso chocaba con la cama. El baño estaba limpio, sin embargo no tenía los artículos básicos de baño, había ducha teléfono, pero no estaba el dispositivo superior donde dejarlo enganchado, o sea que había que bañarse con una mano porque la otra se necesitaba para sostener la ducha teléfono. A la mañana siguiente solicitamos un cambio de habitación , conseguimos una más grande, pero en el sub suelo y sin ventana. Nuevamente faltaban artículos de baño, esta vez era la jabonera y el porta rollos, pero al menos podíamos bañarnos bien. La higiene era buena.
La habitación decía que tenia café y té de cortesía, teníamos 2 preciosas tazas, 2 vasos y la jarra eléctrica, pero nunca tuvimos ni café ni te.
Los trabajadores siempre fueron muy amables, el desayuno muy sabroso, variado y abundante.
La ubicación es excelente, una zona muy tranquila con restaurantes y cafés a pocos metros. Al salir a la calle se podía apreciar el Partenon, y a pocos metros estaba la Ágora Antigua, lo cual lo hace tan bueno al hotel.
Buen wifi.
Sin embargo, nunca vimos las habitaciones que publican en la página.