El hotel es parte de una cadena, así que hay cosas que ya tiene resueltas. La habitación es correcta y bien puesta, al igual que el baño (aunque con la moda actual de poner jabón líquido en vez de pastillas). Tal vez las dos cosas que más eché en falta en la habitación son un cepillo para el inodoro y que las mesas de luz tuvieran tomacorrientes. Que esos sean los dos únicos defectos del establecimiento habla de que, en líneas generales, es muy correcto.
El desayuno, como se acostumbra en Argentina en esta categoría, es un poco escaso y consiste básicamente en panificados y café o té. También ofrecen la opción de comprar viandas, en caso de tener una excursión de todo el día.
Lo único desaconsejable del hotel para huéspedes con poca movilidad es que hay que subir varios pisos de escalera entre la calle principal de la ciudad y la calle donde se encuentra el hotel, porque está sobre una meseta. También se puede subir por una calle vehicular, pero exige un desvío de varias cuadras. Cualquier persona más o menos saludable lo puede hacer, pero hay que tenerlo en cuenta.