Caro para la calidad edilicia en general, si bien San Diego no es un destino barato, el hotel no tiene condiciones de comodidad que le den más de tres estrellas. Las habitaciones fueron viejas, remodeladas para que parezcan modernas . La ducha no tiene privacidad y el agua cae hacia afuera del receptáculo. El desodorante de ambientes es horrible, por suerte, pedí que no lo pusieran en la habitación y eso ayudó bastante. La wifi si bien gratuita es bastante lenta y más de una vez hay que acercarse a la puerta de la habitación para recibir una señal aceptable, llegue a preguntarme, habrá que conectarse en el pasillo? El personal es atento en la atención pero la calidad estructural deja bastante que desear, la buena atención no la compensa. Reserve equivocadamente un día de menos, por lo que al llegar tuve que pedir un día más que me costó el doble de lo que había pagado por día con mi reserva.