Estuvimos 4 noches y la estancia fue óptima en un resort con un precio muy razonable. El personal es simpático, habitación reformada y limpia, cama cómoda, comida de notable calidad. Buenas piscinas, toboganes para los niños, mesa de pingpong, canchas de fútbol sala y baloncesto. Situada a pocos minutos de Cala Domingo, una de las más bonitas de Mallorca. A mejorar, los espectáculos de animación nocturnos -demasiado orientados a niños muy pequeños-, el horroroso café de los desayunos y el ruido tremendo de la lavandería. Pero en general, notable alto. Ah, gracias a Aida, del servicio de checkout, fue todo un amor...