TTeniendo en cuenta los estándares nórdicos, es un gran hotel al que volvería. La limpieza es mejorable; aunque no había polvo, la limpieza del baño era justa. Todo muy sencillo y funcional. Lo mejor, el silencio y la cama. Tengo que decir que es uno de los hoteles donde he dormido mejor. El personal tiene el típico carácter nórdico, es decir, es poco servicial, aunque siempre correcto. Justo al lado del hotel hay un centro comercial donde puedes encontrar lugares económicos para comer y supermercados. Justo enfrente está la estación de tren y metro. Si te apetece andar, puedes bordear el río y en unos 20 minutos estarás en el centro.