El hotel tiene una ubicación estupenda, junto a la plaza de la Bastilla, y a 10-15 min. andando de la Gare de Lyon. Las habitaciones e instalaciones en están en buenas condiciones. El personal, especialmente Cristina, es muy agradable, dispuesto a ayudar y muy atento. Las habitaciones es pequeñita, aunque tiene un baño bastante majo. El desayuno es correcto, sin más, para ser buffet. En resumen, lo recomiendo si valoras la ubicación, y no buscas grandes lujos.