Segundo año que viajo a éste sitio porque nos gusta, sitio limpio, bonito, cuidado y una animación que hace que volvamos.
Lo malo:
es que tanto los colchones como almohadas son pésimas, no descansas nada. La cocina es oscura y sin luz, la campana extractora no funcionó en ninguno de los años que hemos ido.
Necesitas el coche para ir a todos sitios porque no hay comercios alrededor.
Los precios preparados para el turista de fuera, una caña 2,50, una barra de pan 1 euro...
El socorrista, tema aparte, no lo voy a culpar a él porque no esté atento las 11 horas que trabaja al día pero si tiene culpa por permitir comer en la orilla de la piscina, usar colchonetas y balones de fultbol en el agua.
Lo bueno:
Han puesto teles planas éste año.
Y sobre todo la animación