La experiencia ha resultado muy buena. Aunque está en la Giudecca, la parada del vaporetto para ir a las islas centrales está a menos de 5 minutos y se tarda 10 minutos en llegar a San Marco. Además, pasan cada 12 minutos, así que la espera nunca es muy larga. También sale de esa parada el vaporetto que te lleva directamente a Murano.
Es un hotel completamente nuevo, con habitaciones muy agradables y el desayuno muy bueno, aunque no había mucha variedad, todo estaba muy rico. La única pega que le pongo es que las almohadas eran estrechas y durísimas, por lo que no resultaban nada cómodas.
El personal del hotel encantador, siempre con ganas de ayudar y siempre con una sonrisa, muy de agradecer.