Hola
Yo he estado la primera semana de octubre en este hotel. Éramos cuatro, así que residimos en un apartamento integrado en el propio hotel: era como un dúplex. En la planta de abajo estaba un minibaño(demasiado pequeño para cuatro personas, pues sólo cabía uno y en la ducha a duras penas), una minicocina que está bien por si la necesitas usar, una mesa y un sofá, el cual tuvimos que emplear como sofácama, y he de decir que se dormía perfectamente.
No obstante, las almohadas son muy bajas y tuve que pedir más en recepción.
En la planta de arriba hay una cama y un escritorio con armario, está bien.
Lo malo de la habitación es el baño,aunque está totalmente equipado, incluso con secador, aunque de baja potencia, y un "calentador" para las toallas. Además, la wifi no tenía prácticamente señal en el apartamento, ya que se encuentra un poco lejos del amplificador.
Por otra parte, he de puntualizar que la gran queja del hotel es la limpieza. Pues no hay duda de que se cambiaban sábanas, toallas, etc. Pero se veía polvo, y el suelo es moqueta, lo que acumula polvo, y las cortinas se ven sucias.
En cuanto al trato del personal, es excelente. Todos los recepcionistas son muy muy amables y te ayudan y explican en el tema que sea. Encantadores. Sabían hablar español, en mayor y menor cantidad.
El desayuno es muy escaso, tiene poca variedad si lo comparamos con lo que estamos acostumbrados en España. Pero está bien, lo justo para decidir, sin muchos lujos, y el precio (8,50€) similar al de los bares del entorno, pues es buffet.
Se encuentra muy bien situado, pues a pocos metros hay un mercadillo estupendo por las mañanas en el que la fruta es buenísima, y cerca de éste, la estación de metro Villiers, que comunica cualquier parte en 5minutos.pues a pocos metros hay un mercadillo estupendo por las mañanas en el que la fruta es buenísima, y cerca de éste, la estación de metro Villiers, que comunica cualquier parte en 5minutos.
Lo recomiendo, aunque mi queja es la falta de limpieza.
Un saludo