Es un hotel de paso, cerca del aeropuerto, con horarios específicos para el Shuttle (no funciona todo el día). De ida la hotel tuvimos que tomar Uber que salió aproximadamente en 15 dólares. Las instalaciones son bastante feas (pasillos, ascensor, área de comida), pero la habitación es cómoda y tiene lo necesario. El desayuno es variado, el área de comer pequeña e incómoda y todo se sirve en vajilla desechable. Un punto a favor es que tiene un filtro de agua por lo que no es necesario comprar botellas de agua.