Nos alojamos para Nochevieja y estuvimos tan tranquilos que parecía que estábamos solos. La casa es preciosa, con unos jardines muy agradables y muy fácil acceder desde la carretera N-340. Cerca de todo pero en una zona muy tranquila.
La habitación (Amapola) muy grande y espaciosa, con una decoración muy bonita y un baño enorme. Tiene tetera y dejan café, té y galletitas.
Lo único es avisar de que no tiene terraza pues por las fotos que aparecen en la reserva parece que sí pero esa mesita con vistas al jardín es la terraza del desayuno. Tampoco logramos conectar los canales de TV pero como tenía Plataformas digitales y otros canales, nos apañamos.
El desayuno lo sirven los dueños, muy atentos y es variado y "a la carta" entre lo que tienen (fruta, zumo, tostadas, café).
La atención recibida antes y durante la estancia fue excelente, Piero es muy agradable y hace la estancia familiar y acogedora.
Muy recomendable para relajarse un fin de semana.