El hotel es excelente, muy lujoso. Habitaciones algo pequeñas para 4, minibar (no microondas), baño muy bueno y coqueto, inodoro en cuarto separado del baño (cosas de los franceses). Los colchones del sofá-cama no son muy cómodos (como en todos los Novotel). Servicios del hotel fantásticos: piscina al aire libre, spa y masajes (no lo usamos). Desayuno muy bueno y variado, y a buen precio. Está enfrente del aeropuerto pero no se oye ningún ruido. Eso sí, hay que coger el coche para ir a Biarritz o a Bayona.