Estuvimos cinco días en Dreams Los Cabos y, aunque hubo momentos agradables, también vivimos una experiencia discriminatoria e inaceptable.
El primer día nos asignaron una habitación muy alejada del centro del hotel. Hasta el segundo día nos ofrecieron un upgrade a una más cercana, lo cual agradecimos, aunque esta tenía varios problemas: el teléfono no funcionaba, la regadera fallaba con cambios bruscos de temperatura y no limpiaron la habitación durante dos días.
Quiero reconocer al personal que sí fue amable y profesional:
• Mercedes, del bar Preferred en la playa
• Aldo, del puesto de hot dogs en la playa
• Gabriel, del área de alberca
• Manuel, del equipo de entretenimiento
Sin embargo, el trato que recibimos de Cristo, encargado del área de alberca, fue completamente grosero y discriminatorio. Retiró nuestras pertenencias de las camastros sin aviso, argumentando que no podían dejarse solas más de 39 minutos, cuando durante toda nuestra estancia nunca vimos que aplicara esa regla a ningún otro huésped. Solo lo hizo con nosotros, claramente por ser turistas nacionales.
Nos sentimos humillados y tratados con desigualdad. No es aceptable que un hotel de esta categoría tolere este tipo de actitudes. Exijo que se tomen medidas, porque Cristo no representa los valores que un resort como este debería tener.
Ojalá ningún otro huésped pase por algo así.