Me alojé en la suite . Muy amplia y luminosa . Tenía calentador de agua y cafetera. Algo que valoro, porque me encanta tomarme un té después de ducharme por la noche. Desayuno variado y correcto.. Karen, la anfitriona, muy amable y su hija , también. La ubicación fue perfecta en el centro histórico, entre la iglesia y la oficina de turismo. Cerca del Palacio Biester y algo más arriba, el Palacio Regaleira. Lo recomiendo.