En general buen hotel, habitación cómoda, buena limpieza. Al lado de estación de autobuses y de tren y a 5 minutos del centro histórico.
Es un hotel antiguo, con algunas zonas reformadas, pero algunas cosas necesitan una reparación o ser sustituidas.
Lo único negativo a resaltar es que la calefacción estaba muy alta, excesivo calor, no pudiéndose regular desde el mando de la habitación.
El servicio de la cafetería no era muy bueno, no podían hacerte ni un sanwich ni un bocadillo. El restaurante bueno, pero sin servicio los fines de semana. El desayuno incluido en el precio, bueno y muy completo. Repetiría en este hotel.