Estuvimos alojados con mi esposo el fin de semana (2 noches), y la primera experiencia negativa y en realidad la peor, fue con la mujer de la recepcion llamada Tiffany quien nos recibió y atendió de manera despectiva, con una comunicación en tono alto desagradable, como dandonos ordenes y como si alojarnos en el hotel fuese un favor que nos estuviera haciendo. No entendimos porque y fue muy decepcionante después de un viaje de 4 horas desde Pennsylvania encontrarnos con esa actitud.
La habitación pequeña, sin nevera, pero limpia.
La hora del desayuno un desastre, filas larguísimas, media hora de espera para que abastecieran los samovares con huevos, bacon etc pues se evidenciaba que no tenían personal suficiente para atender al numero de huéspedes. La zona del desayuno (mesas y piso) muy sucios durante el servicio, no había personal para limpiar.
En general, no recomendamos el hotel por su pésimo servicio.