Es un hotel muy grande, con acceso fácil, espacio para estacionarse, varios elevadores, amplio, habitación de buen tamaño.
Lo que no me gustó: las habitaciones no te las limpian a menos que lo pidas y necesita limpieza profunda (no quería que mi hija tocara nada, en especial las alfombras) se pasaba el olor a cigarro de otras habitaciones (aunque era sección de no fumar) en la noche se oían ruidos en la cabecera como si hubiera algún bicho, el agua del WC se tira todo el tiempo y hace mucho ruido (además de todo lo que se tira), el desayuno en el restaurante es horrible y en general el servicio es como de mala gana. El servicio de WiFi hay que poner password cada rato. No dan ni una botella de agua en cortesía.