Experiencia horrorosa. El propietario cobra una tasa de limpieza obligatoria por el simple hecho de que la habitación esté limpia cuando llegas. Es decir, te cobran por algo que es una condición obligatoria de todo alojamiento. Por otro lado, elegimos este alojamiento porque se anunciaba con aparcamiento incluido, pero es mentira. Simplemente, lo que hay es aparcamiento público cercano por 22 euros el día. En cuanto a la ubicación, el balcón da a una calle estrecha muy ruidosa, con vecinos enfrente que se comunican a gritos entre gargajo y gargajo. En definitiva, un alojamiento nada recomendable, carísimo y con propietarios carentes de ética que abusan del cliente y lo engañan.