Ha sido una pena que en un viaje tan bonito y con unas condiciones tan favorables se desaproveche la posibilidad de dejar un magnífico sabor de boca. El apartamento está en una zona muy buena y agradable, está bien decorado, pero no se ha tenido ni el más mínimo detalle para hacer agradable la estancia. Cuando habrías el portal te encontrabas el suelo lleno de serrín. Una vez dentro no había ni un grano de sal, ni de azúcar, ni una gota de aceite, NI UN POCO DE LAVAVAJILLAS para no tener que dejar los platos que usáramos sucios. El router del WIFI estaba en el suelo sobre su caja, enchufado, pero sin conectar por lo que no había conexión. Nos recibió un chico muy simpático, pero que no conocía apenas el apartamento. Pedimos que nos arreglaran el WIFI y "alguien" entró cuando no estábamos y dejó un minirouter que apenas permitía conectarte. En fin, una pena, de haber sabido todo esto desde luego no habríamos elegido este apartamento.