La ubicación del lugar es espectacular, inmerso en la montaña, el problema fue con las toallas, olían horrible y con el trato de la persona contacto, Rossy, poco amable, intensa con el cobro de un extra que debíamos cancelar, intensa con la hora de los desayunos, se trata de vacaciones y se requiere tranquilidad.
Lejos del centro, así que es vital contar con transporte propio.