El principal inconveniente es que no hay nadie en recepción, ni se le espera. Cuando llamas para hacer el check in te atiende un Sr. extrajeron un poco "borde", y al que lógicamente no le ves ni el pelo. Me sorprendió que el no nos atendiera nadie en persona y me soltó la bordería "que será porque viajo poco".
En cuanto a la habitación en sí, comentar algunas cosas: Colchón muy blando (no tiene firmeza), armario inexistente (tiene un barra de madera colgada del techo por 2 guitas que hacen la vez de perchero), no tiene ni un cajón, el lavabo es super-pequeño de tal forma que cada vez que lo usas se pone todo perdido. Lo mejor la ducha: muy amplia.
No volveré a ir más, y no se lo aconsejo a nadie que piense estar más de una noche, pues no va tener sitio ni para dejar las cosas, aparte de la "bordería" del propietario que no tiene precio.