Tuvimos una estancia maravillosa en el hotel Clark. Moderno y acogedor; lujoso e impecable. Estuvimos en una habitación del piso 7, con balcón y una vista increíble del Puente de las Cadenas, la Basílica de San Esteban y, un poco más lejos, el Parlamento. El pasillo es muy oscuro, pero le da un aire enigmático y elegante. Tuvimos el desayuno incluido (de no ser así, costaba 6000 Ft), que era abundante y delicioso. El único “pero”, aunque es una insignificancia, es que no encontré un contacto para la secadora de pelo que fuera accesible al espejo. Además, está del lado de Buda, que es muy tranquilo, pues encontramos más actividades en el lado de Pest (solo cruzando el puente, lo cual es un tour en sí mismo).