Este hotel ha sido una buena elección para un viaje en pareja en Basilea. Es eminentemente un hotel práctico y orientado a viajes de negocios, aunque es cómodo para una escapada de vacaciones en pareja. Su ubicación es excelebte, muy bien comunicado con el centro de la ciudad por tranvía (parada a dos minutos), y con el aeropuerto (a 10 minutos en coche) El personal amable y resolutivo, sin ser la gente más encantadora del mundo, pero sí correctos. Tienen parking privado, algo caro (25 francos al día), pero diría que es la única opción para aparcar en la zona.